Pero que le vamos a hacer, así es como soy, y habrá que aceptarme, XD
Esta entrada, esta dedicada a dos cuadros que hice este invierno para dos cumpleaños, como su propio título indica, y que cada uno a su manera tienen un encanto especial.
Para este, puse en práctica algo que llevaba tiempo rondando mi perversa cabecita, algo lógico teniuendo en cuenta los tiempos que corren: utilizar una foto ccomo punto de partida extraida de las redes sociales.
Y aunque el tamaño de este cuadro sea relativamente pequeño (25 x 30cm. aprox.), lo cierto es que la expresividad de la imagen y los recuerdos que entraña verlo lo dicen todo.
Lo más curioso de este cuadro, es que el barníz para cuadros que utilizo siempre, tuvo el detalle de sorprenderme con esos preciosos tonos rosa que adornan por momentos la imagen.
Un misterio, pero la verdad es que tampoco perjudico tanto el resultado final.
En este otro, trate de realizar un retrato un poco más clásico.
En el trate de retratar a una persona trabajando de forma artesanal, y con métodos tradicionales, utilizando unos utensilios en concreto.
Se trata de un cuadro que nos muestra el caracter, y la educación que recibió esa persona, sin dejar de transmitir otros valores como la constancia y el trabajo bien hecho.
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